El nuevo curso en Velate se inició con la ya clásica convivencia, del 5 al 7 de septiembre, en Belabarce, un valle pre-pirenaico que nos acogió con un tiempo espectacular. Fuimos veteranos y nuevos, siendo una gran oportunidad para conocernos y disfrutar de los bellos paisajes que nos ofrece Navarra.
Luego de la cena preparada por Iñaki y sus ayudantes, tuvimos una pequeña tertulia sobre los planes que había para uno de los mejores fines de semanas del curso. El sábado por la mañana hubo tres opciones. Unos fueron a El Rincón de Maz, para disfrutar de paisajes que se asemejan a Hobbiton, otros fueron a jugar a fútbol a Roncal y los menos arriesgados fueron a unas pozas cercanas. Tras la comida, Rafa, que en este verano viajó al Líbano, nos estuvo contando la compleja situación de uno de los países de Oriente Medio en dónde conocen la tolerancia.
La tarde corrió lenta y fue más tranquila. Tuvimos una tertulia sobre las actividades que tiene el Club para este año: cineforum, club literario, ciclo-club, club de montaña slow & fast, voluntariado en la Fundación Core y en la Casa de la Misericordia, etc. Tras la habitual meditación de los sábados y la cena, el día acabó con película -un thriller contemporáneo, Non Stop– y como alternativa, se organizó una partida de Risk que tuvo más tensión que el thriller americano…
El domingo por la mañana un grupo subió al Ezkaurre, otro se lo tomó con más calma y se acercó a los Alanos, y otro se lo tomó con más calma aún y se fueron a unos pozas al valle de Hecho. Para la comida, comimos al aire libre un fideuá de gourmet y después salimos para Pamplona, en donde nos esperaba una tormenta de verano.